Onésimo versus Letáliz

Jaime Azor, natural de Palma, después de cursar sus estudios en el instituto, trabajó de recepcionista en varios hoteles de Palma. Luego, a causa de sus profundas inquietudes espirituales, en 1986, lo dejó todo para irse a vivir al maravilloso pueblo de Deià. Después de 31 años regresó a Palma, y ya en su plena «mayoría de edad» y con bastante sentido del humor, escribió este libro. Hay que decir que Jaime no tiene ningún título universitario y, al ser un escritor novel, tampoco tiene ningún galardón ni premio. No está licenciado ni en filosofía ni en letras, ni es historiador, ni crítico, ni tiene reconocimientos de nadie. Lo único que tuvo es humor e  inspiración para escribir esta historia totalmente ficticia. Asegura que, sin caer en la falsa modestia, no tiene ánimo de fama, prestigio o reconocimientos, aunque si llegan, serán bienvenidos. En este libro ha sabido compaginar con una maestría extraordinaria, la realidad presente con el futuro, la seriedad con la gracia divertida provocada por los mismos personajes; además de enmarcarla en una actualidad rabiosa como la del cambio climático, si no lo remediamos a tiempo. Y para terminar me arriesgo a decir que esta historia no tiene par.